En comunicación con FM Comarca Andina 106.3 el jefe de bomberos de la localidad de El Bolsón, Alejandro Namor, habló sobre los altos índices de incendios registrados durante las últimas semanas y pidió que toda la población sea responsable a la hora de iniciar una quema o apagar el fuego.
“Tuvimos un fin de semana agitado en cuanto a incendios forestales y quiero hacer hincapié en este tema para que la gente tome conciencia del cuidado que debemos tener al hacer un asado, tirar un cigarrillo o quemar basura ya que según nuestros registros del día 12 al 14 de diciembre, por ejemplo, hubo más incendios forestales que accidentes”, expresó Namor.En este sentido, el jefe del cuerpo de bomberos de El Bolsón manifestó que “sería bueno hacer algún tipo de campaña al respecto porque hay gente que lo hace por gusto o simplemente por querer limpiar su patio y otra porque quiere ver cómo trabajamos”. “Pero estos últimos deben tener en cuenta que movemos un montón de equipamiento y que siempre nos acompaña el Splif y Plan Nacional de Manejo del Fuego”, señaló.
Asimismo, el entrevistado detalló que el hecho de desplazar un vehículo con una dotación tiene un costo operativo muy alto ya que “solo de gasoil los camiones gastan más de mil pesos porque son más de 150 litros cada vez que el camión está en marcha y se activan las bombas de presión”. Y al respecto recordó que hace algún tiempo el Splif cobraba una multa por iniciar quemas.
Por otra parte, Alejandro Namor comentó que el día sábado 12 de diciembre cerca del medio día el cuerpo de bomberos recibió un llamado por un foco de incendio en barrio Esperanza y que inmediatamente después de haberlo apagado les informaron sobre otro incendio a pocas cuadras del primero. “No puede ser que de casualidad se prendan dos focos en la misma cuadra o a escasos metros de donde estamos apagando uno. Pero no hay testigos porque acá nadie quiere ver nada y no se compromete con lo que no es propio. Esto siempre fue así y va a seguir pasando”, denunció.
“Este incendio, de no haber sido atacado, aún seguiría ardiendo y la gente no se da cuenta de las graves consecuencias que puede traer: desde la pérdida de viviendas, fuentes laborales, hasta la muerte de bomberos, gente particular o empleados del Splif, etc.”, indicó y remarcó que al hacer un asado “hay que apagar muy bien el fuego, con agua, enfriando bien la zona y no solo tapándolo con tierra porque muchas veces los turistas no se dan cuenta y creen que con una botellita de agua ya se apaga pero con una pequeña brisa eso se vuelve a encender”.
El problema de la inaccesibilidad
Además de los cuidados que a la hora de manipular fuego toda la ciudadanía debe tener, Alejandro Namor habló sobre ciertos problemas puntuales a los que el cuerpo de bomberos está expuesto durante su trabajo diario.
Sobre ello indicó: “queremos decirle a la gente que vive en algunos barrios o tomas ilegales que muchas veces no tenemos acceso ni vías de escape en esos sectores y por eso es necesario que limpien las entradas y corten los árboles de manera tal que nuestros camiones no se rompan”.
“Los caminos son demasiado angostos –y tienen este tamaño porque la gente intenta agarrar más tierra- y los camiones no pasan y no podemos dar vuelta. Corremos el riesgo de que se nos queme una autobomba o incluso un bombero sumado a todo el desastre que se puede ocasionar en el lugar”, advirtió y dijo que le gustaría conversar sobre el tema con los presidentes de las juntas vecinales para llegar a un acuerdo respecto a esta problemática de la inaccesibilidad.
“Como jefe de cuerpo estoy muy preocupado porque no veo que haya mejoras y esto lo venimos diciendo hace tiempo. En invierno hay mucho barro, lo que también representa un problema porque ni siquiera pasa una camioneta doble tracción. Y quiero encontrar una solución durante las próximas semanas por eso me voy a juntar con el municipio, la policía, Defensa Civil, con el fiscal y con quién sea necesario para generar un buen plan de trabajo concreto que no exponga a nuestro capital humano ni material”, añadió y remarcó que desde su lugar no puede permitirse correr el riesgo de que los trabajadores del cuartel se lastimen y queden impedidos de llevar el pan a su casa todos los días.
REDACCION
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