Se trata del Comité de Cuenca de los Mallines del Paraje Las Golondrinas, ubicado en la vecina localidad chubutense. La organización fue recientemente conformada de manera formal y se encuentra trabajando sobre su estatuto y otros proyectos que inciden directamente en la vida de la comunidad.
“Esto es el resultado de un trabajo de tres años que comenzó a partir de nuestra preocupación respecto a la construcción que había realizado un vecino sobre los mallines del cerro Piltriquitrón sin ningún tipo de permiso municipal, lo cual motivó nuestro accionar”, explicó uno de los integrantes del Comité, Gabriel Huerta, en relación a los inicios de la organización.Sobre ello comentó: “desde ese momento comenzamos a exigir al municipio que tomara cartas en el asunto y pedimos informes científicos tanto al Instituto Provincial del Agua (IPA Chubut) como al INTA. Sobre el agua concretamente y el medio ambiente en general de toda esta zona alta”. Y mencionó que los estudios arrojaron resultados muy contundentes en cuanto a la necesidad de –en sus palabras- no tocar nada hacia arriba e intentar minimizar cualquier tipo de acción de la obra pública”-
“Pero la realidad es que no se ha legislado localmente para evitarlo. Los informes científicos hablan de evitar construcciones, ya sea inmobiliarias o viales, para no tocar el mallín que es la fuente de agua de todo Golondrinas y Villa Turismo y además riega subterráneamente nuestro bosque”, manifestó Huerta y aclaró que después del primer incidente ocurrido en el cerro Piltriquitrón el vecino siguió construyendo y entró en juicio con el municipio.
Consultado por la normativa vigente, el entrevistado indicó que existe una legislación del año 1988 aproximadamente que detalla alguna pautas pero no resulta muy precisa porque simplemente plantea que “todo lo que se construya arriba debe contar con un permiso especial”. “Es una regla bastante laxa”, opinó y argumentó que en base a esta faltante legal la estructuración del Comité y sus proyectos tos fueron tomando fuerza.
Al respecto indicó: “hace dos años presentamos un proyecto en el Concejo Deliberante de Lago Puelo y fue aprobado pero luego el intendente lo vetó. A partir de eso empezó un trabajo, por nuestra parte, de concientización acerca de la importancia de tener legislación precisa al respecto porque las confusiones surgen cuando no hay claridad en la norma”.
En este sentido, el integrante del Comité sostuvo que –a su entender- todos los problemas relacionados con el agua tienen que ver exclusivamente con una cuestión de mala gestión y administración de los recursos. Y en conexión con ello señaló: “cuando hicimos la presentación del primer proyecto -que tenía tres patas pero fue aprobado solo lo relacionado con la intangibilidad del mallín- lo que proponíamos era la conformación de un ente regulador que se abocara a administrar la fuente de agua. Participaría el municipio, la provincia como así también los ciudadanos porque para nosotros la participación ciudadano enriquece mucho”.
Y, tal como explicó Huerta, es justamente esa propuesta la que se quiere retomar desde el Comité de Cuenca de los Mallines. “Hoy en día se habla de una administración con intervención municipal, del IPA, un representante de la Secretaría de Medio Ambiente y tres vecinos. En principio la próxima reunión será el 27 de noviembre porque queremos que antes de fin de año se trabaje fuertemente sobre el estatuto y para ello necesitamos el valioso aporte vecinal”, concluyó.
REDACCION
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