Marcelo Muscillo, Juez de Paz de El Bolsón, resaltó las ventajas de los mecanismos alternativos de resolución de conflictos.
En la edición de ayer,
“Diario Bolsonés” publicó una nota
(http://elbolsonblog.blogspot.com.ar/2014/09/mas-que-un-juez-de-paz.html)
sobre la mirada de Marcelo Muscillo, Juez de Paz local, sobre la
desigualdad y sus consecuencias a niveles macro y micro.
En esta ocasión, una vez
que se marcó la cancha con los valores en juego y su contraposición,
el magistrado bolsonés se dio el lujo de dar valor a la mediación
como instrumento para la resolución de los conflictos sin dejar a un
ganador y un perdedor en el campo de juego.
Posteriormente a
considerar la importancia de la participación popular, como lo
resaltamos en la nota “Más que un juez de paz”, en la
elaboración de las leyes, se consultó a Muscillo sobre su visión
con respecto al nivel de movilización que muestra El Bolsón y sus
ventajas con respecto a lograr una vida social equilibrada.
En respuesta a esto, el
Juez de Paz sostuvo que el nivel de movilización en la ciudad es
destacable y que, a pesar de que a veces las discusiones tienen
matices muy poco aplaudibles, nos van acercando a un equilibrio.
“La participación
popular en la política es un camino que nos va a llevar a mejores
soluciones”, afirmó Muscillo.
En este sentido, resaltó
que ha habido avances en distintas materias en la provincia, que
nacieron o tuvieron su estado primitivo en El Bolsón.
Tal es el caso de la
primera Casa de Justicia del Poder Judicial de Río Negro que fue en
instalada en El Bolsón.
Desde la perspectiva del
Juez de Paz, esta Casa de Justicia representa el primer instrumento
que la justicia creó para resolver los conflictos con herramientas
alternativas, dejando de lado la costumbre de consagrar a una parte
ganadora y a la otra perdedora.
“Mientras que en El
Bolsón había 160 mediaciones de distinto tipo como conflictos
familiares, vecinales, comerciales, etc, que terminaron en su mayoría
de casos en forma consensuada, en otros lugares de la provincia, sólo
queda la alternativa de un ring y que uno gane y otro salga
noqueado”, resaltó el Juez de Paz.
Asimismo, sostuvo que en
la mediación, como mecanismo alternativo de resolución de litigios,
“todos debemos tener una percepción del conflicto mucho más
extensa que la del interés personal y egoísta” y agregó que
“debemos traspasar el discurso inicial que tiene una persona armada
en el conflicto para empezar a trabajar sus verdaderos intereses”.
La lectura que elaboró
el Juez de Paz surge a partir de la premisa que establece que los
reclamos nunca son aislados, sino que son para satisfacer una
necesidad.
“Cuando uno empieza a
bucear en todo eso que está abajo que no surge explícitamente en el
desarrollo del conflicto, se encuentran los verdaderos intereses”,
afirmó Marcelo Muscillo y complementó al agregar que “este buceo
es la característica fundamental de la mediación.”
“Existe la creencia de
que por más se bucee, la gente sigue queriendo sólo lo reclama. Sin
embargo, es asombroso cómo el verdadero interés surge en la
mediación”, aseveró.
La pregunta disparadora
para conocer el real interés en un conflicto es aquella que nos
permite indagar el “para qué”. “¿Para qué se quiere triunfar
en el conflicto?”
En este sentido, Muscillo
estima que la visión a futuro refleja, en la gran mayoría de los
casos, la satisfacción de una necesidad.
“Nunca hay que irse de
un conflicto sin preguntarse a si mismo para qué quiero esto y
preguntarse para qué lo quiere el otro. Esto cambia la visión del
conflicto”, afirmó convencido el Juez de Paz.
En un juzgado, a
diferencia de lo que sucede en la mediación, la gente va con la voz
más fuerte a decir que algo es suyo y luego a justificar por qué
dice que es suyo, pero nunca va a pensar para qué realmente lo
quiere ni por qué lo quiere el otro.
Con la mediación, según
Muscillo, pueden resolverse simultáneamente muchas necesidades a más
de una persona, cosa que no sucede en el “ring” judicial
Para ejemplificar su
visión, el Juez de Paz dio el caso de dos personas que se pelean por
una naranja.
“Se cree que la
solución de partir la naranja al medio es medio berreta ya que deja
a las personas medianamente satisfechas y a la vez medianamente
insatisfecha”. Pero, aplicando las herramientas de la mediación e
indagando en los reales intereses de las partes, a veces una parte
necesita la ralladura de la cáscara y el otro tal vez necesita el
jugo.
A pesar de las bondades
de la mediación, no es un camino apto para resolver todas las
problemáticas que se presentan en una sociedad. Sin embargo, su
crecimiento es exponencial en el litigio judicial y se ha instalado
como instancia necesaria en algunas materias.
“Si hay que hacer
transacciones sobre un objeto, que se haga sobre aquellos intereses o
necesidades reales”, concluyó el Juez de Paz.
REDACCION:
No hay comentarios:
Publicar un comentario