miércoles, 26 de noviembre de 2014

Nuevamente, no hubo quórum para sesionar y el Concejo Deliberante debió suspender sus tareas.

Quien la edición de la semana de este diario y eche un vistazo al presente artículo, podría pensar que hay una reiteración de nota.
Sin embargo, la reiteración viene de parte de algunos concejales que se esmeran para no cumplir con la principal tarea para la que fueron electos: legislar.
Pero claro, para legislar, hay que concurrir a las sesiones.
En una especie de “déjà vu”, Raúl García, concejal justicialista, no dijo presente en la sesión del día de ayer en la cual se tratarían los temas que ya llevan varias postergaciones acumuladas.
Lo curioso, por no decir avergonzante, es que García se encontraba en el momento de la sesión dentro de las instalaciones del Concejo Deliberante. Esto demuestra que, si quisiera justificar su ausencia por alguna enfermedad, tal vez habría que iniciar alguna investigación penal al médico por falsedad del certificado.
A esta deleznable actitud, se sumó Paola Sanna, concejal que se arrimó al massismo tras sostener que quiere que “Weretilneck sea nuevamente nuestro gobernador”, quien también estaba dentro del edificio pero no fue a la sesión.
Víctor Hugo Águila, presidente del Concejo Deliberante, dijo a “Diario Bolsonés” se mostró fastidioso al vivir una nueva jornada donde, nuevamente no hubo quórum.
“Quedó frustrado el tratamiento de los temas que venían siendo postergados hasta nuevo aviso”, refirió.
Según sostuvo, solicitará a los ausentes que den los motivos de su ausencia, de lo contrario habrá que aplicar la normativa pertinente que repercute sobre la dieta.
En los hechos concretos y fríos, es casi hasta una falta de respeto a la institución y su reglamentación que establece la obligatoriedad de asistencia de los concejales a las sesiones del Concejo.
Si estas ausencias no fueran justificadas de acuerdo al criterio del mismo Concejo Deliberante que es quien evalúa a su juicio la licencia solicitada, se deberá llevar adelante el pertinente descuento en la dieta.
“La nueva fecha de la sesión debe ser acordada con los concejales y secretarios. No quiero volver a tener una sesión frustrada”, afirmó Águila.
“Los concejales que nos presentamos como Tejeiro, Torman, Cobos y yo, nos sentimos mal porque nos sentamos a esperar y no vienen”, dijo enfurecido Águila.

El colmo de esta situación llega al considerarse que uno de los proyectos que viene siendo postergado fue presentado por la concejal Sanna.
Se trata de un texto que solicita la incorporación de la Secretaría de Desarrollo y Fomento Rural al organigrama municipal y su consideración en el presupuesto del año 2015.
Parecería que está tan poco convencida de su propuesta que no quiere su tratamiento ya que con su sola presencia, el proyecto de ordenanza sería tratado.
Sobre esta cuestión, el no dar quórum muestra un cierto desprecio por los pobladores rurales que están esperando la creación de la Secretaria de Desarrollo y Fomento Rural que les permitiría el acceso a maquinarias, créditos y demás herramientas para trabajar tierra ociosa. Tal vez el trabajo no sea uno de sus puntos fuertes.
Otro de los temas a tratar y que traen conflictos está relacionado con la toma de “Los Alamos”.
El ejecutivo presentó un proyecto trabajado junto con la Secretaría de Desarrollo Social a cargo de Navarro para comenzar las regularizaciones de las tierras del Proyecto de Mejoramiento Barrial (PRO.ME.BA) que existió en el año 2006.
Esas tierras se daban a setenta u ochenta familias para que construyeran su casa y vivieran en forma digna.
Este tema se presentaba el día viernes pasado, sobre tablas. Asimismo, iba a ser pasado a Comisión para que tenga un tratamiento profundo.
Las titulares se presentarían el viernes a defender el proyecto y quitar dudas.
La sesión no se dio y no se pudo tratar.
El último de los proyectos a tratar está relacionado con la concesión del transporte urbano que estaría listo para sancionarse, pero sin quórum, no hay concesión.
“Me da vergüenza porque la gente está esperando que este servicio se preste de una vez por toda”, dijo enojosamente Águila.
Dado este panorama, se decidió esperar la llegada de la concejal Tornero el día 28 de noviembre.
“Hablaremos con el Concejo en pleno para ver cómo regularizamos esto”, concluyó el presidente del Concejo Deliberante.
REDACCION

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